Comunidades del departamento de Cabañas, acompañadas por organizaciones comunitarias y populares hermanas de otros lugares de nuestro país, participamos hoy en esta caminata en defensa del agua y la vida, que hemos denominado “Cabañas y El Salvador libres de minería”. Lo hacemos conscientes de que la vida no es posible sin el agua, y el agua es imposible con minería metálica; por tanto, venimos a reiterar nuestra opción por el agua y la vida ¡SIN MINERÍA!

Hace siete años El Salvador optó por la vida y dijo NO a la minería, aprobando una ley que prohíbe en forma definitiva la minería de metales en todo el territorio. Esta ley se aprobó por unanimidad en la Asamblea Legislativa el 29 de marzo de 2017, después de un amplio debate nacional y una lucha de más de una década, en la que -incluso- murieron asesinados compañeros y una compañera ambientalista. Nos referimos a Marcelo Rivera, Dora Sorto y Ramiro Rivera, nuestros mártires ambientalistas.

Este consenso nacional por la vida y contra la minería metálica se logró porque todos los sectores sociales, políticos, religiosos y gremiales del país nos dimos cuenta de que con la minería metálica los costos serían mucho mayores que los posibles beneficios. La información sobre los impactos de la minería en el agua, los ecosistemas, la agricultura, la ganadería, la pesca y la salud de las personas nos convenció de que esta peligrosa industria extractiva es inviable en nuestro país por ser territorialmente pequeño, sobrepoblado, con un grave deterioro ecológico y con un creciente estrés hídrico.

Los enormes daños que provoca la minería metálica hacen que las empresas extranjeras prefieran venir a extraer metales a nuestras tierras, en vez de hacerlo en sus propios países. Sólo para recordar un ejemplo: la empresa Pacific Rim declaraba en su estudio de factibilidad que utilizaría 11.5 litros de agua por segundo, en su proyecto minero El Dorado, es decir, casi un millón de litros de agua diarios. Esta mina, si se hubiera instalado, habría terminado los ríos y mantos acuíferos de esta la zona; como pasó en Honduras con una mina en Valle de Siria, donde fueron secados 19 de los 23 ríos que existían.

Abrir proyectos mineros en Cabañas y en zona norte del país provocaría un irreversible desastre ambiental que haría inviable la continuidad de la vida en nuestro país, especialmente por la contaminación del Río Lempa, amenazado también por la minería transfronteriza en Guatemala. La minería sería el acabose del deterioro ecológico propiciado por el calentamiento global, la contaminación, la deforestación y todos los proyectos depredadores del medioambiente que se impulsan con el argumento falaz de que “no se puede detener el desarrollo”.

Por eso es importante mantener la prohibición de la minería metálica. Sin embargo, vemos con preocupación las intenciones de reactivar proyectos mineros, intenciones que se confirman con la incorporación de El Salvador al Foro Intergubernamental sobre Minería Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible con sede en Canadá; y con la aprobación de una nueva Ley de Creación de la Dirección de Energía, Hidrocarburos y Minas, que incluye la minería metálica a pesar de estar prohibida.

Y en este contexto de señales de reactivación de la minería se da el proceso penal contra los líderes comunitarios de Santa Marta y ADES. Ellos son héroes ambientales de la lucha por agua y la vida contra la minería; sin embargo, el Estado ahora los trata como delincuentes, enjuiciándolos por un delito que no cometieron. La Fiscalía y los tribunales los acusan de cometer un supuesto asesinato durante el conflicto armado, presentando como prueba a un testigo falso que primero dijo que presenció los hechos y después que le contaron lo sucedido.

Como han señalado centenares de organizaciones y reconocidas personalidades nacionales e internacionales, la persecución legal contra estos compañeros es una instrumentalización de la justicia para criminalizar al activismo ambiental y para debilitar la resistencia comunitaria contra la minería. Detrás de esta aberración jurídica y política está el interés de quienes quieren extraer metales del subsuelo nacional sin importar las fatales consecuencias.

Por eso, en esta caminata en defensa del agua y la vida, tenemos como demandas mantener la prohibición de la minería metálica y liberar a los ambientalistas de Santa Marta y ADES. Por tanto, hacemos los siguientes llamados:

-Al gobierno salvadoreño: que respete el consenso nacional por el agua y la vida, y se abstenga de promover acciones orientadas a la reactivación de la minería metálica.

-A la Asamblea Legislativa: que se abstenga de derogar o reformar la ley que prohíbe la minería y también se abstenga de aprobar leyes o reformas paralelas que permitan la minería.

-A la Fiscalía y al sistema judicial: que cese la persecución contra los líderes de Santa Marta y ADES; que los liberen inmediatamente y pongan fin a la criminalización del activismo ambiental.

-A toda la población salvadoreña: que defendamos el agua y la vida, y luchemos por mantener al país libre de minería metálica.

-A la comunidad internacional: a estar atenta de lo que sucede en nuestro país y respaldar en todo momento a las comunidades y organizaciones que luchamos por el agua, el medioambiente y la vida.

¡Sí al agua y a la vida; y No a la reactivación de la minería!

¡Libertad para los defensores ambientales de Santa Marta y ADES!

Cabañas: 30 de abril de 2024.

Participantes del proyecto “Agroecología campesina para la mejora de vida en comunidad” en la Santa Marta participaron en una jornada de elaboración de abono orgánico como parte de las actividades a realizar para el establecimiento de los huertos caseros y familiares que implementarán.

Los materiales para la elaboración del abono son de fácil acceso para las comunidades y de origen natural, brindando al producto propiedades nutritivas par el suelo de cultivo. Las mujeres se encargaron de recolectar los insumos de manera organizada, y de preparar en conjunto la mezcla. Además, de acordar darle el mantenimiento y cuidado necesario en el proceso de descomposición de los nutrientes.

Las mujeres se han visto muy entusiasmadas con el establecimiento de los huertos y la fabricación de insumos, pues será una de las formas de tener vegetales y demás productos de manera saludable y sustentable en la comunidad.

Este Proyecto se lleva a cabo gracias a la solidaridad de DKA Austria.

 

 

Como parte del desarrollo de las escuelas campesinas agroecológicas se acompañó a familias de las comunidades Zacamil, Palo Bonito y Bañadero en Guacotecti, con una jornada de elaboración de concentrados caseros para aves de corral. 

En la jornada hubo participación de más de 15 personas, quienes conocieron de la importancia de implementar formas de alimentación alternativa para las aves, ya que es una forma alternativa libre de sustancias químicas; siendo las materias primas para su elaboración hojas, granos básicos, semillas, cáscaras de huevo, ceniza, cáscaras de frutas y verduras; materiales de fácil acceso para las familias.

Este tipo de concentrado proporciona vitaminas, grasas, minerales y carbohidratos para un mejor desarrollo y producción de carnes y huevos. Además permite reducir costos de alimentación de las aves.

Para su desarrollo, se implementó la metodología de aprender haciendo, donde las personas a través de la práctica intercambian sus conocimientos.

Lo anterior, como parte de la promoción de modelos de producción sostenibles y sustentables desde el Programa Soberanía Alimentaria y Agroecología desde ADES con apoyo de Iglesia Unida de Canadá y MANITOBA por medio del proyecto: “Mejora de las condiciones de producción agrícola para el acceso al derecho humano a la salud y a la alimentación en familias de Guacotecti por medio de la instalación y funcionamiento de la finca escuela “Dora Alicia Sorto”.

 

La actividad se realizó en el marco de las acciones de sensibilización para la protección del medio ambiente y los bienes de la naturaleza mediante las prácticas agroecológicas.

La escuela se desarrolló con el objetivo de promover la adopción de la agroecología como alternativa amigable con el medio ambiente y salud de las personas; mediante la aplicación de abonos e insumos orgánicos. 

 

Liderazgo, organización e incidencia

Potenciar liderazgos inclusivos y horizontales, con énfasis en mujeres y jóvenes, que fortalezcan la organización comunitaria.
Promover procesos de incidencia política, reivindicación de DDHH y defensa de los territorios, en alianza con movimientos sociales.
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Soberanía alimentaria y agroecología

Promover la adopción de un modelo agroecológico que contribuya al logro de sistemas agrícolas locales sostenibles que optimizan y estabilizan la producción, como base de la soberanía alimentaria.
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Gestión integral del agua y saneamiento

Fortalecer la participación de las comunidades en la mejora de la gestión del agua y saneamiento, contribuyendo al ejercicio del derecho humano al agua.
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