La población participante dio un recorrido en las cinco parcelas de “La Canasta Campesina” para conocer las distintas técnicas de cultivar y comercializar sus productos dentro de mercados locales.
Promover la adopción de un modelo agroecológico que contribuya al logro de sistemas agrícolas locales sostenibles que optimizan y estabilizan la producción, como base de la soberanía alimentaria en las comunidades que se acompañan a través del Programa Soberanía Alimentaria y agroecología es una de las banderas de lucha de ADES; como parte de estas acciones y con participación de agricultoras y agricultores de los departamentos de Cabañas y Cuscatlán se realizó un intercambio de experiencias agroecológicas exitosas con la cooperativa “La Canasta Campesina”.
La canasta campesina es una asociación cooperativa conformada por mujeres y jóvenes agricultores del municipio de Comasagua, La Libertad, dedicados a la producción y comercialización justa y solidaria de productos orgánicos como hortalizas, hierbas aromáticas, frutas y huevos.
Dada su experiencia, el intercambio permitió que 70 familias productoras de los municipios de Victoria, Guacotectic y San Isidro, en Cabañas y Suchitoto en Cuscatlán, fortalezcan sus prácticas alternativas para cosechar alimentos saludables y nutritivos en sus huertos familiares y parcelas diversificadas, así como conocieron del proceso de comercialización de estos productos.
Así lo explica Blanca Hernández, coordinadora del Programa de Soberanía Alimentaria y Agroecología de ADES, “el intercambio se hizo con el fin de que las familias productoras de Cabañas y Cuscatlán puedan iniciar procesos de comercialización, pues con ellas trabajamos huertos familiares con producción de hortalizas y verduras, entonces la idea es que estas familias también puedan adentrarse en el mundo de la comercialización, con la venta de los excedentes de sus cosecha, y así obtengan ingresos para la mejora de su economía familiar”.
Durante la actividad, se realizó un recorrido en 5 parcelas establecidas, donde se compartió distintas técnicas implementadas para cada cultivo, y el área de empacado de productos, que luego son comercializado en mercados locales.
Para Reyna Portillo conocer estas iniciativa es de mucho beneficio “conocer La Canasta Campesina, para mí fue muy bonito porque nos enseñaros diferentes formas de cultivar y la forma en como comercializan esos productos para nosotros tomarlos en cuenta y replicarlos dentro de la comunidad, yo espero que un día tengamos un proyecto así bien establecido como lo es La Canasta Campesina aquí en las comunidades de San Isidro.
Esta actividad contó con el apoyo solidario de DKA Agricultura, el Fondo Centroamericano de Mujeres, Manitoba y La Iglesia Unida de Canadá.